![]() Logró reconocer uno de los rostros que habían sido transformados, era un mesero de la zona que los había atendido hacía apenas unos días. ![]() Pero el Planeswalker había sido Niv-Mizzet, la mente de fuego que gobernaba Ravnica, y sabía que aquello no era sino un parloteo, una imitación de voz insertada por el enemigo para hacer a otros con menor fortaleza mental tener dudas y vacilaciones que les costaran la vida.ĭetuvo el impulso del tentáculo que había estado a punto de lanzar al pequeño drone phyrexiano y lo acercó a su rostro. AYUDAME – gritaban las criaturas al ser lanzadas por el aire. Pero el Planeswalker era un Kraken de Theros, y de Ikoria, y de Innistrad, mucho más grande y con muchos más brazos que miembros tenía el ejercito que lo atacaba, así que con incontables tentáculos fue separando a cada phyrexiano del otro, lanzándolos por los aires mientras deshacía la tromba con brutalidad. La criatura lo persiguió, lanzándose sin dudar al vacío, y volviéndose un par de segundos después una mancha negra en las calles de New Capenna.Įl Planeswalker podría haber echado a reír, si no hubieran surgido del edificio en un estallido súbito de escombros, cientos de seres más, iguales al anterior, que se arremolinaban en una misma masa de carne y metal, sujetándose unos de otros para formar una extremidad capaz de alcanzarle en el aire. Pero el Planeswalker era una mantis de Innistrad, así que doblando rápidamente sus rodillas hacía atrás se impulsó al aire, dónde desplegó alas de insecto que lo mantuvieron a flote por encima del peligro. AYUDAMEEEEEEE – gritaron con indescriptible dolor tres voces diferentes a la vez que el monstruo se lanzaba con velocidad demencial contra el Planeswalker. El ser se movía arácnidamente sobre tres afiladas agujas de porcelana Reconoció el rostro de tres personas mezcladas sin consideración en una misma cabeza retacada de bocas, ojos y oídos que excretaban un constante llanto de aceite negro. IkoriaInnistradAmonkethNewCapennaRavnica…Ĭasi se despedazó a si mismo intentándolo.Īl mismo tiempo, una de las maquinas despedazó la barricada que habían colocado para impedir el acceso a la azotea. Se concentró y preparó para cruzar las dimensiones, fijando el objetivo en su mente… Pero en New Capenna dejó oscuridad, incontables gritos de dolor, incesante retumbar de maquinaria perforando algo más que la tierra y la roca, y el amargo olor de la gasolina. Su arribo sería un amanecer glorioso de esperanza para Khaldeim. Y sin decir nada más, un rayo de sol rompió las nubes de sangre, llevándosela lejos. ![]() La del Planeswalker cayó laxa e impotente a su costado, la de ella quedó extendida hacía el mientras se alejaba. Podría incrementar su fuerza, podría incrementar la longitud de su brazo, pero el deber que irradiaba la mirada de ella dejaba muy en claro que, aunque no fuera su deseo, ir en contra de su voluntad sólo incrementaría la distancia entre ellos mucho más que todos los aleteos que ella pudiese dar en ese momento. Sutiles aleteos incrementaron la fuerza que alejaba la mano del ángel de la del Planeswalker. Está ocurriendo en todas partes – dijo con el tono de quién intenta dar una excusa que tampoco cree - Todo Planeswalker está volviendo a su plano natal a pelear allí. Del retumbante cielo carmesí hacia el cuál su ángel quería elevarse descendían raíces de longitudes imposibles, infectando cuál mala hierba los cimientos de toda su realidad. ![]() El Planeswalker aferraba la mano que se deslizaba entre sus dedos sobre un abismo bajo el cuál se extendían ríos de fuego, muerte y aceite.
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